
Hay tantos tipos de marketeros como personas en la Tierra y a todos los pudimos ver en el Bargain Market de Flea Market Barcelona
Texto por Ane Guerra
Fotos por Naomi Schembri
Los seres humanos somos animales de estudio, tanto como los grandes felinos, los roedores o los insectos blatodeos; no hay nada mejor que sentarse a observar, en silencio, el paso de la gente en un lugar donde a una no se le preste muchísima atención para ver por dónde van los manierismos de cada uno, las interacciones entre individuos y cómo se pasean (y se hacen) con el entorno. Es como mirar el cielo nocturno, un paisaje montañoso o el mar: todo parece igual hasta que notas que todo cambia. Así fue mi experiencia antropológica en el flea market Bargain Garden, celebrado el 30 de noviembre de 2025 en Barcelona, una cita bastante especial por su ubicación histórica y adoquinada, en la muralla medieval del Museo Marítimo de Barcelona.
Paradista novata, me levanté muy pronto ese domingo para agarrar una maleta pesadísima llena de ropa y arrastrarla por toda la red de metro de la ciudad, que en festivos suele estar en eterna reparación, y terminé con una bonita contractura en el hombro derecho por la falta de escaleras mecánicas. Males menores en lo que estaba destinado a ser un día dedicado a la reivindicación de la segunda mano como una opción asequible, porque todo teníamos que venderlo por menos de 10€ y, sobre todo, sostenible; en un planeta donde ya existe ropa para vestir a las próximas 6 generaciones, no consumir ni fast ni slow fashion es ya no tanto una opción, sino una necesidad.

Marketeros salseros
Así, con mi puesto montado en una esquina estrecha y llena de raíces de árboles asomando, con mi amigo Toni como fiel escudero de este día (no vayáis sin un amigo que tenga sentido del humor a una cita así, por dios), con Valeria y Blanca, nuestras vecinas de puesto, y con el flamante, rosa y mortalmente químico policín frente a nosotros, el Bargain Garden abrió sus puertas a las 11 de la mañana. Decidimos que tener el único baño del evento justo delante era algo a nuestro favor, ya que aseguraba el paso de toda aquella persona que se tomara un café o un agüita por nuestra mesa; la vida es cuestión de perspectiva. De esta manera comenzó el trasiego de asistentes por delante de nuestro trocito de tienda. Esta fue nuestra disertación colectiva después de las 7 horas de observación y de algunas ventas que duró el asunto.

- EARLY BIRDS: Esta tipología de marketeros fue, como su nombre indica, la primera en entrar y la que se comportaba como una águila amaestrada para cazar los chollos más jugosos como si fueran topillos. Decididos a quedarse con las mejores piezas, caminaban rápido y con decisión, fijando su mirada de un ave de presa en colores y materiales que ya tenían fichados, incluso antes de verlos.
- PASEANTES: Había muchas personas disfrutando de un domingo de paseo y sin intención de comprar. Cero gasto, solo vibes. Caminaban lento, sin pensar muy bien dónde iría el siguiente paso, sonriendo a cada paradista como diciendo “qué cuqui que estés aquí” y tocando las prendas con desinteresada afección, de forma rápida, pero cariñosa.
- PASEANTES (de ropa): Hay gente que va a un mercadillo de segunda mano y piensa que está en un Zara; agarra una prenda, la pasea por todo el recinto y luego la deja hecha un lío en la mesa, como si alguien (un ente, un elfo) viniera a doblarla y colocarla después. Ni siquiera en una tienda este comportamiento es muy aceptable, ni os cuento en un lugar como el Flea Market Barcelona. Cuestión de elegancia y, sobre todo, de falta de ella.
- PROs: Los marketeros de pura cepa, los profesionales, los reales del Bargain Garden, el ADN del Flea Market Barcelona. Este grupo se tomaba las cosas con calma, se probaba las prendas, sabía qué le quedaría bien y qué no, entendía el valor de las piezas, venía ya vestido de segunda mano porque seguramente todos estudiaban moda, y tenía un estilismo impecable y único. Mis diez a esta gente.
- HOLANDESAS: Aquí también entra la gente alemana; es más un grupo poblacional que una nacionalidad. Este tipo de marketero es uno que ha mamado el concepto del mercadillo y la segunda mano desde la infancia, así que se siente como en casa, compra con gusto y es amable. Una pista para identificarlos es que siempre llevan mochila.
- AVES NOCTURNAS: Noviembre es un mes en el que atardece pronto, así que a las 16:30 ya nos empezamos a quedar sin luz en el market. Sin embargo, eso no fue un detrimento para esta tipología de asistentes al Bargain Garden, que, dispuestos a encontrar tesoros escondidos a lo Indiana Jones, se abrían paso entre las burras con perchas linterna del móvil en mano.
En total, vendimos de forma que mereció la pena echar el día, lidiar con la maleta que ninguna aerolínea aceptaría y el tirón consecuente, pero lo que resultó toda una sorpresa fue el buen rato que conseguimos pasar observando a gente hacer cosas, como dijo Rajoy. Un domingo bien aprovechado, sin duda.
Sobre Flea Market Barcelona
Desde 2007, nuestras máximas son la creatividad, la sostenibilidad y la comunidad. Creemos firmemente que no existe fecha de caducidad para el arte y la moda; cualquier objeto puede tener una segunda vida, incluso una tercera y una cuarta. En manos de una nueva persona, todo tesoro vuelve a brillar.
Con esta filosofía, reducimos los residuos y el consumo excesivo y promovemos la economía circular.
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